El Portal de l’Àngel pierde presencia de la moda y gana diversidad comercial

El Portal de l’Àngel pierde presencia de la moda y gana diversidad comercial

El Portal de l’Àngel, situado en pleno corazón de Barcelona, ha sido por décadas una de las calles más codiciadas y prestigiosas de la ciudad. Su vida comercial, dinámica y vibrante, lo colocó en la cima de las high streets de España. Sin embargo, al igual que el resto de las zonas comerciales icónicas, esta famosa avenida no ha estado exenta de transformaciones.

En los últimos años, esta calle ha experimentado un cambio significativo en su mix comercial, donde la moda ha ido disminuyendo en favor de otras categorías, como la perfumería, el deporte y el specialty retail. Además, su capacidad para adaptarse tanto en tiempos de pandemia como frente a los cambios en hábitos de consumo sigue siendo un caso de estudio para los inversores locales.

Una vía que se reinventa para nuevas generaciones

El aumento de visitantes jóvenes y turistas ha inclinado la balanza hacia segmentos más populares, dejando notar un cambio en los hábitos de compra y en el perfil de consumidores. De acuerdo con un informe de CBRE, los visitantes ahora permanecen un promedio de 36,9 minutos en el Portal de l’Àngel, lo que representa un aumento significativo de un 70% en comparación con 2019.

Esta tendencia refuerza la idea de que, cuanto más variada y atractiva sea la oferta comercial, más tiempo pasarán los consumidores explorando y comprando. Aunque la moda sigue siendo un pilar importante, cayendo de un 41% a un 37,3% de la oferta, el avance de sectores como el deporte (+133% en superficie arrendada) y la perfumería (+130,2%) confirma la diversificación de esta icónica calle.

Rentas en recuperación y disponibilidad ajustada

Pese a estas transformaciones, el Portal de l’Àngel ha mantenido su atractivo entre operadores comerciales y marcas importantes. A día de hoy, la disponibilidad comercial ha alcanzado un ligero 4,5%, marcando una desviación respecto a la ocupación plena que solía caracterizarla.

Los alquileres se han recuperado gradualmente desde la pandemia, situándose en torno a los 230 euros por metro cuadrado al mes para locales de entre 100 y 200 metros cuadrados en planta baja. CBRE estima que para 2025 habrá menos disponibilidad y las rentas continuarán al alza, consolidando así su posición como un eje estratégico para el retail high street en la ciudad

Nuevas aperturas y oportunidades de inversión

En medio de este escenario, varias marcas han apostado por el renacimiento de esta calle. Por ejemplo, JD Sport abrirá una tienda de 1.400 metros cuadrados en el número 9, un espacio anteriormente ocupado por Disney. Además, se espera la apertura de otra tienda deportiva en el número 4 en 2025.

Aunque algunos locales llevan tiempo vacantes, como el número 16, el interés por parte de los inversores sigue creciendo, especialmente con el espacio libre que deja El Corte Inglés. Teresa Llordés, presidenta de la Asociación Barna Centre, destaca que este emblemático inmueble será clave para definir el futuro comercial de la calle.

Diversificación en el mix comercial

Otro aspecto que define el futuro de El Portal de l’Àngel es su capacidad de adaptarse a las tendencias de consumo. Además de la moda, categorías como el specialty retail y el food & beverages están ganando terreno. La alimentación y bebidas, aunque aún representan un volumen pequeño, han incrementado su superficie total un 9,7%, lo que evidencia la apertura hacia nuevas formas de atraer público.

Esta diversificación no sólo responde a las demandas de los consumidores más jóvenes, sino también a una oferta que busca diferenciarse. Las perfumerías y marcas de belleza, por ejemplo, han duplicado su presencia en la avenida, mientras que el deporte continúa consolidando su relevancia con aperturas clave.

Portal de l’Àngel como barómetro comercial

El caso de El Portal de l’Àngel se destaca como un ejemplo de resiliencia y capacidad de reinvención dentro de un mercado comercial exigente y competitivo. Su evolución no solo refleja el cambio en los hábitos de consumo post-pandemia, sino también la importancia de ofrecer un mix comercial que sea relevante tanto para locales como turistas.

Para los inversores locales, esta avenida sigue siendo una apuesta segura para el retail high street, con perspectivas de rentabilidad a largo plazo. Además, su ubicación estratégica, su afluencia constante y su capacidad para reinventarse garantizan que continuará siendo una de las piezas clave en el panorama comercial de Barcelona por muchos años más.

Fuente: El Periódico.

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